Manu García es el cerebro de las coreografías de La Bella Durmiente y el bosque escondido. Una de las piezas clave de este musical. Hemos hablado con él y nos ha contado sus sensaciones en esta experiencia, que supone una nueva aventura en su carrera.

PREGUNTA: Comenzaste tu carrera profesional en teatro musical en JANA PRODUCCIONES con Antígona tiene un plan, y aquí has seguido formándote y desarrollándote como actor, bailarín y profesor. ¿Cómo surgió la oportunidad de ser el coreógrafo de La Bella Durmiente y el bosque escondido?

RESPUESTA: Me llamó Inma Sáenz, que es la coreógrafa de la productora, y me confesó que por primera vez en su vida, no podía hacer el trabajo. Entonces, habló con Javier Muñoz, le propuso mi nombre y finalmente confiaron en mí para hacerlo. Estoy encantado y muy agradecido, tanto a JANA como a Inma, porque sin ellos no hubiese llegado hasta aquí. Además me encanta trabajar en JANA porque el ambiente es muy familiar y colaborativo.

P: ¿Habías coreografiado un musical íntegro antes? ¿Cómo has vivido la experiencia?

R: Es la primera vez que coreografío un musical íntegro. La experiencia ha sido muy buena. Tiene sus complicaciones porque supone cubrir a Inma, que para mí es la maestra de maestros. Era un verdadero reto para mí, pero la sensación ha sido realmente buena y al final creo que el resultado es fantástico.

P: Conoces bien el mundo de los musicales, ya que llevas tres años trabajando en Billy Elliot como swing. Pero no como coreógrafo. A nivel personal, ¿qué supone para ti esta nueva aventura?

R: Significa mucho. Cuando se trata de hacer algo ajeno a lo que habitualmente haces es fabuloso. Este proyecto me ha sacado de mi rutina artística y me ha ayudado a desoxidarme.

P: ¿Dónde has encontrado la inspiración para crear las coreografías de La Bella Durmiente?

R: Pues me he inspirado en las Musas de la película de Disney: Hércules, en Beyoncé y en Las Ketchup. He querido hacer una mezcla de esas tres esencias para conseguir que las hadas sean realmente divertidas, que es de lo que se trata. Sé que suena muy raro (risas), pero se puede decir que esa ha sido mi inspiración.

P: ¿Qué parte del musical te ha costado más coreografiar?

R: Buscamos un príncipe ha sido la más complicada para mí porque es una música muy movida y había que darle mucha alegría al track, con el hándicap de que los movimientos no fuesen un reto demasiado complicado para las chicas, ya que en este caso no sólo tienen que bailar. Hemos tenido que hacer varios reajustes hasta que hemos conseguido equilibrar todos los elementos sin restar calidad al resultado que buscábamos.

P: ¿Con qué parte has disfrutado más?

R: Con El bosque. Interactúan casi todos los personajes y, también, los muñecos. El búho y el ciervo aportan un aire muy fresco al musical y los niños disfrutan mucho con eso.

P: ¿De qué parte estás más orgulloso?

R: De El reino feliz y Revertir la maldición.

P: ¿Cómo definirías este musical?

R: Es un musical fresco, muy divertido y muy familiar. Perfecto para una época como las Navidades.

P: ¿Cuál dirías que es su punto fuerte?

R: A nivel interpretativo, el elenco es brutal. Al ver los ensayos generales he podido comprobar lo buenos actores que son todos.

P: ¿Cómo definirías el papel que desempeña el coreógrafo en un musical como éste?

R: Es un papel importante. Totalmente necesario en los tracks cantados y bailados para crear y guiar los movimientos en escena y el lenguaje corporal de los actores. Fundamental para que los actores sean capaces de sacar adelante una coreografía.

P: ¿Cómo has vivido el proceso completo? Desde que te propusieron para ser el coreógrafo del musical hasta que has visto el resultado final.

R: Lo definiría como un poco todoterreno porque ha sido un proceso más apresurado de a lo que estoy acostumbrado. Necesitábamos que los chicos reaccionasen rápidamente. Ha sido muy rápido pero muy bueno.

P: ¿Cómo compaginas coreografiar un musical con bailar en otro y, además, impartir clases?

R: Pues como buenamente puedo (risas). Intento no saturar demasiado la agenda, porque también uno tiene que tener vida personal. Ahora con La Bella Durmiente, he tenido que reducir un poco más las clases, pero la verdad es que el esfuerzo ha merecido la pena.

P: ¿Qué les dirías a las familias para que se animen a venir a ver La Bella Durmiente y el bosque escondido?

R: Les diría que no se queden en casa, que vengan a vernos al teatro. Navidad es un época maravillosa para disfrutar y para pasarlo bien, y no hay mejor forma que viniendo al teatro con la familia o con los amigos a ver un musical tan divertido como éste.

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